
El espía que no sabía contar (The Spy who Couldn’t Count, 2017) ha sido mi primer acercamiento a la traducción de una comedia al más puro estilo de humor inglés, que combina una extraña forma de hacer espionaje con un romance de fondo que tendrá que resolver variadas vicisitudes para abrirse camino a duras penas. Ser espía parece una ardua tarea en la que hay que poner en juego habilidades que Jyp Patbottom no tiene, aunque no le sobra buena intención. Lo que no consiga gracias a su pericia y formación lo suplirá con su buen corazón y su ingenuidad. ¡Será difícil llegar al final del libro sin haberse llevado varias veces las manos a la cabeza!
Si disfrutas con el humor inglés de Tom Sharpe y te apasionan las historias de Mr Bean o del vapuleado Inspector Clouseau de la Pantera Rosa, seguramente este libro te encantará. Las situaciones absurdas, los malentendidos, los juegos de palabras están servidos y aderezados con una historia de amor a la que hay que echarle muchas ganas.