Perdonad mi atrevimiento

Perdonad, porque cada vez que uno se topa con un texto hermoso e inspirador, es una osadía tratar de traducirlo.

Es entrar, o pretenderlo, en la mente de la poetisa o del poeta, del que tuvo el valor de expresarlo en un trozo de papel, seguramente en un olvidado y arrugado trozo de papel inservible que, por arte de lenguaje y no de magia, se convierte en el trozo de papel más valioso de la casa. Algo que conservar.

En un trozo de papel… digital… llegó hasta mí este pequeño poema en color sepia. En una lengua para la gran mayoría desconocido, pero que para mí es parte de un corazón migrante que tiene que lidiar cada día con dos de los idiomas más hablados. Otra vez, de nuevo, David contra Goliat.

Perdonad-Historia

Un precioso mensaje en euskara, la lengua de mi tierra, que provoca esta propia y personal versión:

«Nunca

he conquistado un territorio.

No he descubierto la penicilina,

ni tampoco una fórmula matemática.

No he parado la peste,

no he hecho la guerra contra nadie.

No he firmado ningún tratado,

no merezco el premio Nobel.

Pero mientras cambio el pañal al niño sé…

que estoy escribiendo la Historia».

Si alguien conoce a la persona que supo dibujar esta preciosa idea en un trozo sepia de papel, hacédmelo saber.